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07 DE DICIEMBRE

Como si hubiera sido un partido perfecto -con los 15 de descanso incluidos-, de esos en los que no hay tiempos muertos y la pelota nunca deja de estar en juego, el primer show de Shawn Mendes en la Argentina duró 105 minutos exactos. Y no hacía falta más.

Al cantante y compositor canadiense le alcanzó esa hora y media para demostrar por qué es uno de los grandes fenómenos globales actuales de la industria de la música, pero también para dejar en claro que atrás de ese producto de diseño cuidado hasta el más mínimo detalle hay un artista descomunal.